VOLVER A SER COMO NIÑOS

RECUPERAR LA INOCENCIA

Cuando un ser humano nace, su mente y sus emociones están completamente sanos. Si observas a un niño de dos o tres años, comprobarás que no para de reírse y de disfrutar. Notarás que su imaginación y fantasía son muy poderosas. Verificarás que se defiende ante las amenazas o cuando sienta que algo va mal. Que reacciona ante las injusticias o mentiras que reciba de su entorno. Luego, simplemente se olvida y vuelve a centrarse en su momento presente para seguir explorando, jugando, aprendiendo, evolucionando. Está embarcado en la sensacional y divertida aventura de vivir.
Los niños pequeños no tienen miedo a manifestarse como son, a expresar sus emociones… no tienen miedo a AMAR.
A los tres años suelen aparecer las primeras heridas emocionales, y entre esa edad y los siete años, los adultos ya regidos por normas sociales, culturales y religiosas, nos empeñamos en socializarles. Es lo que llamamos educación, que no es ni más ni menos que inculcarles nuestra forma de ver la vida, con nuestros miedos,  dudas y limitaciones.
En lugar de aprender de ellos, insistimos en su domesticación, porque la vida es dura. Hay que sufrir y sacrificarse. Ese es el legado que les dejamos en la convicción de que lo hacemos porque es lo mejor para ellos. Porque les queremos.
Si buscas en tu memoria, descubrirás que tus momentos más felices son aquellos en los que juegas como si fueras un niño, cuando ríes, cantas o bailas. Cuando utilizas tu poderosa imaginación para crear con el único objetivo de divertirte, sin preocuparte de los posibles resultados o de cuando llegarán. Cuando espontáneamente te muestras como eres, con tu naturalidad y autenticidad. Cuando nos comportamos como niños, caemos en la cuenta de lo maravillosa que es la vida y somos increíblemente felices, porque ese es el estado normal y la tendencia natural del ser humano. Al igual que los niños, somos inocentes y por eso, lo normal es mostrar y expresar amor. Nuestra felicidad proviene de nuestro interior y es el resultado de nuestro amor.
¿Qué nos ha sucedido por el camino? ¿Cómo hemos llegado a perder todo lo que innatamente traíamos hasta llegar a confundir nuestra mente y desorientarnos? Observa a los niños para ver cómo se destruyen el amor verdadero, las ilusiones y la felicidad.
En cualquier caso y sea cual sea tu situación, perdona. Suelta el pasado y vuelve a ser libre. Es lo que naciste para ser. Eso es lo único verdaderamente importante. Entrégate a lo bello y grande que te rodea y recupera esa inocencia desde tu experiencia y sabiduría actuales. Tu gran deseo de volver a ser feliz es tu única meta. No permitas que nada ni nadie (y menos tú mismo) te impida llegar a ser quien decidas ser. 
Artículos relacionados

Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Aprende a vivir

Entrenamiento online gratuito

4 lecciones en vídeo con multitud de ejemplos y varios ejercicios para que descubras cómo funcionan de verdad las emociones.

Dejarás de perder el tiempo en métodos y corrientes de pensamiento que suenan muy bien, pero que no tienen una aplicación real y estable en la vida.

Descubrirás qué emoción aplica en cada situación de la vida y cuál es la diferencia entre una emoción auténtica y una falsa.

Podrás descargar el cuadro de relación de emociones y sus disfunciones. Este cuadro representa la claridad y eficiencia de este mapa emocional.