como depresión, negatividad o nostalgia. Tratamos de alejarla para no sucumbir
ante sus devastadores efectos. Sin embargo es la emoción responsable de nuestro
aprendizaje. Hace que seamos seres inteligentes porque permite que tomemos
conciencia de lo que nos sucede. Así podremos pensar, analizar y localizar las
mejores soluciones a nuestro alcance en cada momento.
El estímulo apropiado
para esta emoción es la pérdida, ya
sea material, física, social, o familiar. Al aceptar que estamos sufriendo un
perjuicio o merma, dejamos de culpar a otros de los propios males, encontrando en
la reflexión y el pensamiento las únicas vías para reparar los quebrantos. Así
conseguiremos desarrollarnos y
evolucionar. Si se produce alguna pérdida del tipo que sea (de salud, de bienestar, económica, de un amigo, de una expectativa…) y no respondemos con la tristeza,
reflejamos que no asumimos nuestros problemas, acusando a otros de nuestros
males, sin resolver los conflictos que nos atañen, sin aprender, repitiendo
siempre los mismos errores y cosechando iguales resultados. Asume que eres 100% responsable de tu vida y que tu bienestar depende solo de ti.
Responsabilizarse no es culparse, sino aceptar que algo se está perdiendo, que algo no nos satisface y que siempre podemos encontrar una vía, una salida que nos satisfaga, que nos ayude a mejorar y nos conduzca a evolucionar No busques culpables a tus problemas, no acuses ni critiques, piensa qué puedes hacer tú para salir de tu propio atolladero solito. Por otro lado, caer
en la tristeza cuando no hay daño que reparar, creará las disfunciones propias
de esta emoción: negatividad o fatalismo por anticipar problemas que no tienen porqué ocurrir, sentimiento de culpa, depresión por caer víctimas de otros que nos manipulan y a los que no nos atrevemos a cuestionar.
Atención: pensar solo es bueno y positivo cuando se produce una pérdida que hay que reparar. De lo contrario el pensamiento es inútil. Tan solo resta energía
10 comentarios
Yo siempre me escapo de la tristeza porque suena fatal, pero si es la que me hace ser inteligente…
Claro, porque nos conecta con nuestro hemisferio izquiero, el racional, el mental.
Gracias por estos contenidos tan interesantes y por esta nueva forma de enfocar las emociones.Me gusta y me siento afín a ellas.
Gracias a ti por compartirlo!
Entonces, digo yo, ¿conviene dar un paseo rapidito por la tristeza, sin apalancarse para no caer en el victimismo y entrar pronto en acción?
Siempre necesitamos momentos de reflexión. Cuando hay un problema o una pérdida se avecina debemos contactar con la tristeza para aceptar y tomar conciencia de esa pérdida. Luego ella misma te llevará a encontrar las mejores soluciones para ti, para desarrollarte, para evolucionar en tu vida. La tristeza requiere un tiempo de lentitud. Si es auténtica, es decir si corresponde a una pérdida, JAMÁS lleva al victimismo. Te hace estar despierto para reparar algo, para mejorar. Una vez que encuentres la mejor solución que te ayude a mejorar entonces hay que pasar a la acción con la rabia y no quedarse estancado dando vueltas a la cabeza y sintiéndose indefenso.
Entonces ¿las personas que caen el el victimismo es que tienen la emoción desvirtuada? Me gusta la palabra "desvirtuada" para esta ocasión…"quitar la virtud" de la emoción. Tengo a una persona cerca que a pesar de actuar ante los problemas, cae en una excesiva preocupación y victimismo. Por mucho que le diga que una vez que ha actuado suelte la preocupación pues ya ha hecho lo posible por arreglarlo, me dice que no puede, que es su forma de ser…Tengo la sensación de chocarme ante un muro y no puedo evitar pensar que cuando tenemos una emoción que nos amarga la vida y no la soltamos es porque en el fondo o nos trae una recompensa, aunque sea retorcida, o nos hace seguir girando en nuestra zona de comfort.
Asi es, efecto mariposa. Cuando nos quedamos enganchados en una emoción es porque creemos que algo ganamos con ello. Los que van de víctima ganan atención. No conviene entrar en su juego…
Personalmente siempre le he tenido miedo a la tristeza, temo caer en una depresión. Recibo con sorpresa y agrado el hecho de conocer que este sentimiento es algo natural y que además nos hace más inteligentes y hasta resilientes. Sin embargo, no entiendo hasta qué punto es beneficioso abrazar la tristeza sin caer en un estado enfermizo?
Gracias Sonia! Cuanquier estado de negatividad, sentimiento de culpa, abatimiento, depresión, sensación de "no estoy a la altura" son estados de FALSA TRISTEZA, es decir, sientes tristeza cuando el estímulo no es de pérdida sino de alegría, o de rabia o de orgullo. La tristeza conecta con las pérdidas (de amistad, de trabajo, de bienestar, de tiempo, de expectativas…) y piensa qué hacer para resolverlas y de paso aprender. Pero cuando la mente imagina pérdidas pero estas no son reales, es cuando nos hundimos en una tristeza innecesaria pues no hay nada que aceptar o resolver, tocaría otra emoción.
Lo importante es ver el estímulo real para gestionar bien las emociones.
Te propongo que leas mi primer libro: "Haz que cada mañana salga el sol" (Ed. Alienta). El él aprenderás a diagnosticar los estímulos y a aplicar la emoción adecuada ante cada situación.
Besos!