¿SABES POR QUÉ TE GUSTA DISCUTIR?

ELIJE HACER JUSTICIA Discutir implica debatir e intercambiar ideas. En nuestro país, la palabra discusión, va más allá de un simple debate. El momento de intercambiar ideas, lo aprovechamos para lanzar contra el otro motivos de rabia y frustración que se nos han quedado dentro. Entonces, la discusión se convierte en un combate para ver quién puede más. Parece que el que más grita es el que tiene razón. No es lo mismo discutir un punto de vista con alguien que nos es ajeno o desconocido que con alguien de nuestro entorno cercano. Es decir, sabemos discutir manteniendo la calma y la moderación. Sin embargo, somos inseguros, y eso se nota en la necesidad de tener el poder. Así, si consigo que te arrepientas, me pidas perdón, te estoy trayendo a mi terreno dominante, soy más fuerte y tú te conviertes en el débil dominado. Convertimos la discusión en una batalla a ver quién gana, no en un debate que pretenda acercar posiciones o entender mejor al otro. Por eso el objetivo es desarmar al contrincante. Las discusiones de este tipo son frecuentes en las parejas y entre padres e hijos, porque es donde se establecen relaciones de poder. Pero también entre amigos y entre relaciones favorables. Tal y como entendemos las discusiones nunca hay ningún ganador, pues los temas siguen quedando abiertos y el que cree que ha ganado, se da cuenta que se ha extralimitado y ha abierto en el otro una herida, que lejos de zanjar el asunto motivo de la discusión, ha abierto nuevos frentes que harán que la relación se resienta aún más. ¿Qué hacer para que las discusiones sean productivas? 

  1. Nunca descalificar a la persona, sino tratar el tema en sí. Imagina que una pareja discute porque uno de los dos siempre llega tarde. En vez de reprochar a la persona “eres un tardón”, mejor tratar el tema: “sería bueno que intentemos gestionar mejor el tiempo entre los dos para que ninguno tenga que esperar al otro”. 
  2. Escuchar los argumentos que el otro tenga que decir, en vez de interrumpirle para llevarle a tu terreno. Quizás escuchándole entiendas el origen de sus conflictos y puedas apoyarle para mejorar.
  3. Respeta la opinión del otro, en lugar de reírte de él o burlarte de sus ideas. Todos somos diferente y no pensamos igual. Vivamos en armonía nuestra diversidad.
  4. Nunca aprovechar una discusión para sacar trapos viejos. Dejar el pasado donde está. Si no, no pretendes aclarar nada sino echar en cara lo que no pudiste arreglar entonces y vengarte.
  5. Hablar, no gritar. Mide el impulso proponte hablar con paciencia.
  6. No vale que uno hable y arrincone al otro, que puede ser más retraído o que huya de los conflictos. Debe haber un diálogo entre dos. Si el otro no habla, es porque se siente menospreciado e invalidado por ti. 

Las discusiones son positivas y producen resultados sorprendentes, siempre y cuando se lleven con mesura y respeto. Sin tratar de imponer y pretendiendo comprender.

 Cuando discutas pregúntate el fin, ¿por qué lo haces? ¿Es para mejorar la relación?, ¿o es para demostrar al otro que tú tienes razón?

    

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2 comentarios

  1. Qué quiere decir haz justicia? No entiendo muy bien la relación que hay con el tema DISCUTIR…. Y si tienes claro que llevas razón?…. y si haz demostrado en muchas ocasiones ( aunque no te lo hayan reconocido ) que tienes criterio, y no hablas por hablar ? … Y si ves la manipulación en mucha de la información que nos llega y no la niegas y la denuncias abiertamente mientras los demás piensan que se te ha ido la cabeza?…Y si crees que los demás no se quieren enterar porque así la vida es más llevadera? …Y si a nadie le importa la verdad? Tiene ésto relación con la justicia? Muchas gracias

  2. Hacer justicia no es querer llevar razón. Si hay alguien que te manipula, traiciona o engaña debes hacer algo para obtener justicia y esto es decir: ASÍ NO y ASÍ SÍ. Protestar por protestar (aunque haya alguna injusticia real), culpar por culpar, quejarse por quejarse, no aporta nada. Solo arrincona al otro y te hace perder la razón de lo esencial a ti. Hay que decir el NO, pero luego aportar un SÍ. Una propuesta, una solución, algo que permita que haya justicia. Ir de justiciero no lleva a ningún lado. Razonar, conocer distintos puntos de vista y aportar un CÓMO queremos que sean las cosas de ahora en adelante, si. Denuncia, pero aporta alguna medida a cambio, sino solo haces ruido.
    Cuando tengas claro que tienes razón, y te veas tratando de convencer a todos de que tienes razón, pregúntate: ¿Que elijo, ser feliz o tener razón?
    Gracias por tu comentario.

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