NO DRAMATICES

TE HUNDIRÁS EN EL DESÁNIMO

Cuando las cosas no salen bien, cuando ocurre lo inesperado, cuando los problemas se van sumando, cuando ves alejarse tus expectativas… es fácil caer víctima del derrotismo. Ese sentimiento que te dirige cada vez más abajo, hacia un pozo que te va sumiendo en la espesura y en la oscuridad. Parece que todo se te viene encima, y es tal el peso que implica que no encuentras ni una lejana posibilidad de poder hacerle frente.
¿Qué es lo que te está pasando? Tu mente se paraliza y se muere de miedo porque está imaginando toda suerte de finales dramáticos. Estás anticipando un gran número de amenazas que inevitablemente derivarán en problemas irresolubles y te hacen sentir impotente e incapaz de luchar contra ellas. Dejas que el dominio de la mente te lleve a la peor ficción.
  • Bea me cuenta que cayó en un principio de depresión cuando se juntaron tres acontecimientos en dos días: se estropeó la calefacción de casa, le enviaron una carta de hacienda en la que tenía que modificar un apartado que rellenó erróneamente y su móvil dejó de funcionar. En aquél momento su mundo se caía, estaba perdida y desorientada. ¿Cómo podría resolverlo todo? No tenía tiempo ¿Qué pasaría con su trabajo? 
  • Andrés tuvo que ser ingresado con una crisis de ansiedad. Días más tarde me relataba cómo él intentaba que las cosas fueran bien con su mujer, pero ella había tomado el camino del reproche y no le dejaba vivir.
  • Carla lloraba amargamente porque tras una pelea con su exmarido, creía que éste no la iba a dejar hablar con los niños ese fin de semana (que le tocaban a él).
Seguro que si lees estos ejemplos piensas: ¡qué exagerados!, ¡no es para tanto! Efectivamente, cuando cada uno de ellos dejaron de verse como pobres víctimas y alejaron el miedo a que ocurriera lo peor, comprobaron que sus problemas no eran ni mucho menos irresolubles. Bea llamó al calefactor, encargó al gestor el tema de hacienda y fue a reparar su móvil. En total, le llevó unas dos horas. Andrés decidió separarse de su mujer, alquilar un pequeño piso que llenó de amigos y de las risas que nunca había tenido. Carla comprobó que las aguas vuelven a su cauce y ese fin de semana pudo hablar un rato con los niños.
¿Cuántas veces te ha pasado que el árbol no te deja ver el bosque? Te angustias y acabas agobiando a todo aquél que está a tu lado y te quiere ayudar. Asustas a los demás con la carga dramática que imprimes a situaciones cotidianas. Te lastras de problemas. No sabes vivir.
¿Has imaginado una vida plana, sin que pase nada, sin que nada ocurra que te altere mínimamente? ¿No piensas que sería tremendamente aburrido? Sin conflictos no hay aprendizaje, no hay evolución, tampoco aspiraciones de superación personal que posteriormente te hagan sentirte orgulloso de tus éxitos, de tus conquistas.
No dramatices, todo ocurre por algo, todo es perfecto como es. Si dejas que las cosas sigan su evolución sin rendirte ni desanimarte, en algún momento entenderás que aquellas situaciones eran necesarias y fue bueno que ocurrieran en aquel momento y de aquel modo.
La vida te está dando la oportunidad de cambiar, de hacer algo, de implicarte, de no permanecer impasible ni anestesiado, de atreverte y de movilizarte. Tómalo por tanto como una oportunidad de crecimiento. Nadie dijo que el crecimiento no conllevara algún tipo de sufrimiento, pero la intensidad de ese sufrimiento la decides tú. Si dramatizas te hundes hasta la ansiedad o la depresión, en cambio, si lo enfocas como un pequeño empujón que te va a hacer mover el culo para darte cuenta hasta donde puedes llegar, entonces estás entendiendo la vida y estás aprendiendo a vivir.
¡Quita dramatismo, suelta lastre y vive!
Artículos relacionados

Deja un comentario

6 comentarios

  1. Hola! El tema está cuando los problemas se alargan en el tiempo y todo el mundo y tu misma sabes que eres fuerte y luchas y lo superas. ¿ Que ocurre cuando van surgiendo nuevas adversidades,decepciones etc. Y con todo ello para adelante. Al final llega un momento que es inevitable dejarte llevar en algun momento por la tristeza. Simplememte porque estás agotada, no dramatizas ves la realidad y dicha realidad te lleva a pensar ¿Esto no va a acabar nunca?… pero sigues luchando sin tregua…

  2. Cuando surgen muchas adversidades o decepciones es una indicación de que algo estás haciendo mal, quizás te estés empeñando en aferrarte a algún resultado, o tus viejas formas de proceder ya no son adecuadas. Luchar hasta la extenuación es agotador. La vida puede ser más fácil, muchas veces nos empeñamos en que las cosas sean a nuestra manera, y precisamos sufrir diversas experiencias negativas para soltar viejos patrones de actuación. Gracias por tu comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Aprende a vivir

Entrenamiento online gratuito

4 lecciones en vídeo con multitud de ejemplos y varios ejercicios para que descubras cómo funcionan de verdad las emociones.

Dejarás de perder el tiempo en métodos y corrientes de pensamiento que suenan muy bien, pero que no tienen una aplicación real y estable en la vida.

Descubrirás qué emoción aplica en cada situación de la vida y cuál es la diferencia entre una emoción auténtica y una falsa.

Podrás descargar el cuadro de relación de emociones y sus disfunciones. Este cuadro representa la claridad y eficiencia de este mapa emocional.