PALABRAS PODEROSAS
Uno de los pasos imprescindibles para que puedas ser feliz es apreciarte profundamente y aceptarte exactamente tal y como eres. ¿No crees que hacerlo debería ser lo más natural del mundo?, entonces ¿Porqué hay tan pocas personas que en lo más profundo de su ser se acepten a sí mismas?. Si venimos a este plano de existencia para experimentar emociones, para vivir con intensidad y pasión, para ilusionarnos e ilusionar, ¿porqué se nos hace tan cuesta arriba experimentar ese sentimiento?
Venimos a esta vida voluntariamente, amamos lo que somos y nos disponemos a evolucionar a través de los aprendizajes que adquirimos en el mundo de la materia. Pero ese amor a nosotros mismos dura más bien poco.
Imaginemos estos casos (añade los tuyos):
- Una niña que nace en una familia donde ansían un niño, siente ese rechazo de manera fulminante y aunque luego se sepa querida, en su mundo inconsciente ha grabado la NO ACEPTACIÓN que perdurará a lo largo de su existencia.
- Un niño tímido, prudente, que en el colegio no se integra con la misma facilidad que otros niños, tendrá un sentimiento de inferioridad que albergará en su interior. El resto de su vida la vivirá con el dolor de la NO ACEPTACIÓN a si mismo.
- Una niña con un gran poder de imaginación e inventiva, que sueña con crear algo grande y diferente que es reprendida por sus padres acercándola al estudio y al perfeccionismo, se convertirá en «una niña buena» temerosa de salirse del montón y nunca se aceptará a si misma, pues de pequeña NO FUE ACEPTADA por ser tal y como era.
- Una niña o niño físicamente débil y no muy agraciado, vivirá el repudio de su propio cuerpo y aunque de mayor se convierta en un cisne, seguirá sin ACEPTARSE porque sus memorias le traerán esos recuerdos una y otra vez.
Y no estoy hablando de los casos en que se ha sufrido algún tipo de maltrato o abuso que de modo inconsciente pervivirá en las creencias de esa persona a la que ya resultará casi imposible aceptarse y menos aún apreciarse.
Es hora de hacer limpieza y de sanar tanto dolor que responde a un pasado que no has sabido actualizar. Siéntate contigo mismo y apunta en un papel todos los recuerdos que tengas hasta tus 13 años (si hay algún daño fuerte posterior también). Escribe todas las sensaciones de ese niño que solo quería ser aceptado y querido. Si hay dolor, con más razón aún debes hacerlo.
Puedes escribir: no tengo derecho a vivir, mi madre no me quiere, soy una carga para los demás, me hacen sentir que soy malo, soy fea, soy torpe, decepciono a todos… Deja que las palabras vayan fluyendo desde tu corazón hasta el papel. Hazlo de corrido, llora si así lo precisas. Una vez consideres suficiente comprueba que con esos sentimientos en tu interior es muy difícil que te aceptes y te aprecies.
Ahora entiende que entonces eras vulnerable, no tenías recursos, necesitabas sobrevivir y te adaptaste como pudiste cargándote de falsedades como si fueran enormes verdades. Date cuenta y toma conciencia que ese no eres tú, tu eras diferente, eras grande y venías a vivir una vida grande y bella.
Grabar en tu consciente los mensajes contrarios a las creencias del niño, irá tomando fuerza según asumas que por circunstancias te has creído algo que era irreal.
Decide romper el yugo que te ata al pasado y acércate a ti mismo, a quien eres en verdad. Elige aceptarte y apreciarte en lo más profundo de tu ser.
4 comentarios
Me encantó!
Gracias! Espero que te resulte útil para iniciar tus pasos hacia tu aceptación.
Como tocan la fibra Estas palabras… gracias por tus post.
http://www.budas.me/blog
Gracias Silvia. Es un placer compartir.