SI UN PROBLEMA SE REPITE…
Es muy habitual que nuestros problemas se repitan varias veces y nos veamos abocados a recaer una y otra vez en conflictos que aunque en un inicio parecían no recordar a los anteriores, acaban con idénticos y desazonadores resultados. Entonces te dices a ti mismo: ¡Me ha vuelto a pasar!, ¡Estoy reviviendo la misma situación!
Como seres humanos tenemos el deber de evolucionar para así avanzar, progresar y podernos desarrollar más y mejor. Todo en aras a adquirir un compromiso con nosotros mismos que nos permita ser cada día más justos reconociendo nuestra talla, compartiendo con los mejores hasta alcanzar la plenitud que es la finalidad de cualquier persona.
Pero para evolucionar debemos aprender y sin errar primero, no se puede hacer el análisis que nos indique cuál es el camino del progreso personal. Cada uno arrastramos infinidad de lastre, de peso, que hemos ido acumulando a través de nuestras experiencias vitales y de las creencias familiares y sociales que nos incorporamos por esa especie de fidelidad al clan personal y social al que pertenecemos.
El símil es llevar una mochila muy pesada a las espaldas con una carga que no te pertenece, que ni siquiera recuerdas cuando la cogiste ni quién te la endosó, pero que te ves abocado a cargar durante toda la vida. Pues bien, uno de los trabajos más serios y honestos que puedes y debes hacer en este mundo es ir quitando una a una las piedras que llevas en tu mochila hasta quedarte liviano y ligero. Mientras mantengas tus pesos muertos olvídate de alcanzar las metas de tu vida, y por supuesto la felicidad.
Cuando un problema se repite dos veces o más es porque el problema está en ti y mientras no vayas a la causa que te hace crear ese tipo de conflictos en tu vida, mientras no asumas la responsabilidad que tienes hacia ti mismo de todo lo que pase en tu vida, se seguirá repitiendo una y otra vez, con distintos interlocutores, de diferentes maneras, pero con los mismos resultados. Mientras no analices la causa para comprobar que hay algo en ti que debes modificar para poder seguir evolucionando, pondrás parches pero el fondo del problema seguirá sin resolverse y reaparecerá cuando menos te lo esperas. Porque no lo solucionaste, solo lo ocultaste debajo de la alfombra.
Desde pequeños nos empiezan a llenar la mochila con cargas ajenas, y en nuestro andar debemos afrontar situaciones que nos conduzcan a entender que cada carga proviene de algo que no es nuestro pero permanece en nuestra memoria.
- Si de pequeño te sentiste abandonado porque tu madre estaba más pendiente de tu hermano enfermo que de ti y tu lo viviste como soledad y desamparo, es muy posible que te acabes enganchando a relaciones poco favorecedoras para que compruebes tu grado de dependencia y necesidad de cariño, y cuando lo hayas revivido varias veces, entenderás que todo lo que hacías era para complacer al otro y que así no te abandonara. Y al final te abandonará porque tú mismo estás creando tu realidad a través de tus creencias. Tu aprendizaje será darte cuenta que mientras hagas cosas por no perder al otro, por tu miedo al abandono, lo que recibirás será una pérdida tras otra. Has de complacerte a ti mismo. En el mismo momento que lo entiendas, el problema dejará de suceder.
Analizar la causa de nuestros problemas que se repiten, es comprobar que la mayoría de nuestros miedos son falsos, que debemos vivir sin ellos y que la única forma de aprender de tantas tristezas es reconocer que el origen de cada conflicto está en nosotros mismos.