NO TE ENGANCHES…
Muchas inseguridades se tratan de ocultar intentando que perdure una relación de pareja que está basada solo en el placer del sexo. Si el sexo funciona es que todo lo demás funciona. Así te aferras a algo que no es real y que te hará perder partes íntimas y profundas de ti.
Los complejos:
– Cuando una persona tiene complejos, que pueden ser físicos: no me gusta mi cuerpo, quién me va a querer con estas caderas, nadie se va a fijar en mi porque soy bajita…, o psicológicos: porque no me siento segura, soy poca cosa… es fácil que se quede enganchada de quien le proporcione unos momentos de placer. En la intimidad no se puede esconder ni un gramo de grasa, te consideras aceptado como eres, te sientes deseado/a, desaparecen los complejos. Entonces consideras a esa pareja la mejor del mundo, te montas una historia alrededor de un par de encuentros sexuales, y crees erróneamente que no existe nadie más en el mundo que te vaya a querer ni te vaya a tratar igual. Te has enganchado por el sexo. Ya no querrás soltar a esa persona y aunque te trate mal, te desprecie o te abandone, seguirás esclavo y sumiso de él porque tiene el poder de hacerte sentir guapo/a, bello, deseable. Has caído en las garras de la seducción, esa es la única persona que te puede hacer feliz.
La necesidad:
– Cuando una persona ha tenido carencias afectivas de pequeño, no ha recibido cariño de sus padres, de adulto tendrá la necesidad de que alguien le quiera y eso le convierte en presa fácil del encantamiento. Si tiene una relación sexual bella, mágica, llena halagos y mimos, que le transporta a otra dimensión, exagerará el éxtasis y lo extrapolará al resto de su vida. Si el sexo está bien, entonces mi vida es perfecta. Ya no podrá soltar a ese ser porque nunca encontrará a nadie igual, solo esa persona logra que su mundo sea fantástico. Le convierte en ídolo al que responsabiliza de su felicidad, no dará la oportunidad a nadie más porque comparará a cualquiera con el causante de su extremado gozo y cerrará cualquier posibilidad de encontrar a alguien quizás no tan excitante pero sí maravilloso. Desde ese momento le necesitará para vivir y se esclavizará de él, sin tener en cuenta que dentro de unos meses es muy posible que la pasión se acabe, su intensidad sea menor o simplemente la pareja no se acople por falta de valores afines. Muchas personas creen que la pareja es sexo, y que si eso funciona todo funciona. Antes o después caerán en la cuenta de su error, pero ya estarán enganchados. El sexo no arregla los problemas.
Con el sexo lograré que me quieran:
– Aunque la mayoría de los enganches por el sexo la sufren las mujeres, éste último punto es realmente abrumador. Consiste en creer que si eres buena amante y logras seducir a un hombre hasta enloquecerle, éste te acabará queriendo. Una vez atrapado, ya le manipularás para conseguir el respeto, la aceptación y el cariño. Ésto casi nunca funciona y más bien la situación se vuelve del revés porque es la mujer la que termina por sentirse utilizada, además de vacía, con menos autoestima y más frágil.
El sexo no resuelve tus problemas, ni tus complejos, ni tu autoestima, ni tus inseguridades, ni tu necesidad de amor. Solo te otorga unos momentos de huida donde ilusoriamente todo es perfecto. Tu miedo a profundizar en ti mismo, hace que insistas en perpetuar una relación que solo existe en tu imaginación y que no solo no reparará tu problema de base sino que lo acuciará más.
Mírate por dentro, atrévete a querer ver tus necesidades y da los pasos que precisas para aceptarte y quererte. El sexo debe ser la consecuencia del amor, no al revés. Cualquier encuentro por muy excitante que sea, es solo eso. No pretendas disfrazar la realidad. Lo pagarás muy caro porque quien se siente enganchado a alguien por el sexo, sufre un gran tormento que causa una larga infelicidad.
4 comentarios
Gracias Arancha,
la mayoría tenemos una parte al menos de cada estereotipo o conducta descritas, pero no suelen verse con facilidad. Muchas veces incluso en el subconsciente están atrapados, hasta que las relaciones nos los sacan a flote. Entonces nos avergonzamos de las conductas y volvemos a enterrarlas si no contamos con un amigo/a con quien compartir y liberar. O un buen terapeuta que haya librado estas batallas y no le resulte incómodo tratarlas.
LA prueba es que nadie ha comentado este asunto, casi taboo para muchos.
Creo que no hay nada de qué avergonzarse, pero de enorgullecerse por darle cara y el paso, asumiendo como uno de los últimos (o primeros) escalones para disfrutar de la vida en plenitud.
Subrayo el modelo " lograré que me quieran " es la base emocional de tantas sustancias famosas en el sexo masculino, por lo que no puedo suscribir que "sufran más las mujeres" … al contrario, no te parece?
CAM
Gracias por tu comentario. Efectivamente, el darse cuenta es el comienzo para poder resolver ese tipo de problemas que nos impiden liberarnos de una carga muchas veces social. Lo peor es reprimirlos y hacer como que no pasa nada, pues siempre repetiremos similares episodios. En cuanto a que el modelo "lograré que me quieran" lo sufren más las mujeres", es un hecho que no debería ser así, pero que vemos repetirse con asiduidad. Es la forma de dejar de ser uno mismo tratando de crear una necesidad en el otro, pero quien se acaba enganchando es quien necesita el cariño.
El enganche sexual existe, y es mas normal en el hombre que en la mujer, un hombre enganchado suele mirar poco mas alla de sus narices, viven por y para el momento. He conocido algun caso, y cuando sucede estan todo el dia con las pupilas dilatadas y la mirada perdida y no porque consuman ninguna sustancia. Y ella lo maneja bien, el no intenta contrariarla,, todo vale, es mas frecuente de lo que parece, y hay mujeres de paises mas propenso a ello. En Venezuela le llaman cangrejeras.
Gracias por tu comentario Cecilia, pero también muchas mujeres se enganchan a un hombre tras haber disfrutado de un sexo intenso. Luego por más que él la desprecie, ella seguirá enganchada a una falsa promesa de amor que no llegará. Son los riesgos de vivir el sexo que no procede del amor.