NO DEJES DE SER AUTÉNTICA
Nos importa demasiado lo que opinan los demás, lo que nos impone la sociedad, lo que dicen nuestros padres. Por eso, para ser aceptados, dejamos de ser nosotros mismos, de ser auténticos, y renunciamos a lo mejor que tenemos: a nuestra espontaneidad, a nuestra originalidad, a nuestra autenticidad, a nuestros sueños e ilusiones para convertirnos en algo que no somos y nunca seremos. Nos colocamos la máscara de turno pensando que así estaremos más seguros y podremos sobrevivir en un mundo injusto.
La opiniones de los demás no deberían cambiar nuestra realidad. Cuando nos afectan es cuando permitimos el maltrato sutil y preferimos anular nuestra esencia para favorecer expectativas ajenas. Siempre puedes elegir por ti, por seguir siendo auténtica.
¿No es esto tristeza? La tristeza es la emoción que responde a las pérdidas que nos van van ocurriendo en nuestras vidas. Si dejamos de ser como realmente somos, para ser mejor aceptados por una sociedad que impone sus normas y criterios, estamos perdiendo algo muy valioso: nuestra vida.
Cuando dejamos nuestra felicidad en manos de otros, perdemos nuestra libertad de elegir y decidir. Porque ya dependerá de lo que los demás digan.
«No olvides nunca que la verdadera belleza es una actitud y que eres increíblemente preciosa cuando eres auténtica«.