Sin duda habrás oído esta frase: Cuidado con lo que pides, porque se puede hacer realidad. Entonces, si se puede hacer realidad, ¿porqué hay que tener cuidado? La respuesta es porque para conseguir lo que pides, lo que deseas, posiblemente tengan que pasarte cosas que aunque en un primer momento te puedan parecer negativas, serán necesarias para alcanzar un nivel mayor de sabiduría.
También has de saber que no hay crecimiento sin sufrimiento. El esfuerzo siempre va a ser necesario. Lo que sí puedes elegir es entre llevar una vida resignada cargada de angustia, sufriendo una lenta agonía, o enfrentarte pasando un dolor rápido pero eficaz que te encumbrará a cotas más altas de evolución de tu ser.
Por eso, si pides saber la verdad de las personas que te rodean es posible que acabes viendo traiciones de quien menos lo esperabas o intereses ocultos por parte de quienes considerabas amigos. Eso te causará una gran pena que habrás de pasar, te conducirá a alejarte de ciertas personas, llorarás. Pero habrás encontrado esa verdad que buscabas. Así podrás renacer y rodearte de otros seres auténticos. Habrás aprendido a discriminar la verdad de la mentira y ya no te acercarás a lo falso que detectarás a la legua. Has dado un salto importante en tu crecimiento personal.
- Laura pidió incesantemente ser fuerte y autónoma, pues sabía que dependía en demasía de los demás. Recibió un problema tras otro en una sola semana y no le quedó más remedio que enfrentarse a todas las dificultades. Ese proceso de resolución de tantos conflictos que parecían sacados de una película de miedo, duró más de tres meses. En ese tiempo se cayó varias veces, se desesperó, lloró, se compadeció de si misma… pero finalmente dio la cara y comprendió que era mucho más fuerte y autónoma de lo nunca había imaginado. Sus dificultades fueron creadas para que ella descubriera su propio potencial.
- Eva tenía muchos problemas en expresar su rabia, en ponerse en su sitio, en manifestar con claridad lo que le molestaba. Se había acostumbrado a tragar con todo hasta el punto de ser incapaz incluso de dar golpes a un cojín para soltar toda esa ira que llevaba acumulando en su interior desde hacía siglos. Ella pidió con todo su ser tener capacidad de reacción a la mentira. Lo que recibió fue la mayor traición con la que se podía enfrentar en su negocio. Se hundió, se deprimió, perdió su energía y vitalidad… hasta que reaccionó y consiguió liberar toda la presión retenida. Desde entonces su negocio no cesa de florecer, pero aquella traición fue indispensable para que se supiera dueña de sí misma.
Es hora de darnos cuenta, que muchas veces el esfuerzo que nos propone la vida con sus vicisitudes, es justamente lo que más necesitamos. De lo contrario, una vida sin obstáculos no te retaría a sacar lo mejor de ti, permanecerías creyéndote limitado, no comprobarías lo fuerte y grande que puedes llegar a ser.
Entiende y recíbelo como un regalo:
- Si pides fuerza, la vida te traerá complicaciones para hacerte fuerte.
- Si pides conocimiento, la vida te traerá problemas que resolver.
- Si pides valor, la vida te dará obstáculos que superar.
- Si pides amor, la vida te traerá personas a quienes ayudar.
Posiblemente, nunca recibas nada de lo que has pedido, pero seguro que recibes exactamente lo que necesitas para obtener aquello que querías.
Las dificultades hay que mirarlas de cara, sin miedo, sin resignación. Acéptalas, porque cuando las superes, comprobarás que para obtener aquello que pedías tuviste que pasar por los procesos más adecuados que desarrollaran tus alas y pudieras por fin volar.
6 comentarios
Al leer el título me he acordado de aquella frase que escuché en Memorias de África: "Cuando los dioses quieren castigarnos, atienden nuestras súplicas", ja ja . Pero ya he visto que no va por ahí. En cualquier caso no creo en dioses, y sí en el trabajo personal. Un abrazo.
Gracias Mariaje. En realidad el trabajo más importante que podemos hacer es darnos cuenta que la causa de nuestros problemas, mayoritariamente está en nosotros, y por eso somos nosotros los que debemos mirarnos dentro para resolver. Erradicar las causas para que no se repitan.
Besos!
Waoooo! EN EL MOMENTO JUSTO, Aracha! Excelente! Recibe un fuerte abrazo.
Celebro que haya llegado en el momento oportuno 🙂
No se si me servirá de algo. Por lo menos me has echo pensar que lo que yo creo como la mayor equivocación de mi vida…quizás no sea tal. Puede que hasta yo la pidiera…puede que fuera lo que necesitaba. Esto tengo que masticarlo despacio. Gracias …Arancha.
No hay equivocaciones, tan solo aprendizajes necesarios. Todo lo que nos pasa es por algo y para algo, nuestro ser desea y necesita evolucionar y para ello la vida nos envía "regalos" que a menudo no sabemos descifrar, pero que a la larga con toda seguridad agradeceremos.
Muchas gracias por tu comentario.