Hay una palabra clave que parece que no terminamos de incorporar a nuestro vocabulario. Esa palabra es DIAGNÓSTICO y es imprescindible para el auto-conocimiento y el conocimiento de las personas de las que te rodeas. Es obvio que para poder realizar un diagnóstico, el paso previo ha de ser la observación. Y aquí es donde fallamos, porque no sabemos observar.
La observación es el primer paso necesario para poder interpretar bien las situaciones que nos acontecen y así realizar un diagnóstico efectivo que nos permita prevenir situaciones indeseables.
- Si estás con alguien que no te mira a los ojos cuando te habla, traga mucha saliva, se le quiebra la voz… y observas estos datos, podrás concluir que te está mintiendo y esto te permitirá tomar las medidas necesarias para prevenir un riesgo. Si no lo haces, luego te quejarás de que te mintieron y engañaron, pero la realidad es que no diste los pasos para diagnosticar.
El diagnóstico es la mejor herramienta que tenemos para sentirnos seguros, para saber en quién puedes confiar, para ponerte a salvo de quien es interesado, para darte cuenta de que algo estás sintiendo y no quieres dejarlo pasar. Por eso un buen diagnóstico te hace ser muy eficaz, pues te da la opción de poner límites a tiempo e impedir un daño, o molestia, o pérdida posterior.
Cuando vas al médico, lo lógico es que haga un diagnóstico a partir de unos síntomas antes de recetarte unas determinadas pastillas. Pues en tu vida es lo mismo. Si vas observando, tratando de no perder detalles de tu existencia, y vas poniendo nombre a lo que sientes (malestar, incomodidad, energía, ira…), tendrás los síntomas que te ayudarán a efectuar un diagnóstico que lo que está ocurriendo en ti y en tu alrededor. Y gracias a esa valoración podrás hacer algo para ponerte a salvo de cualquier indeseable que no quiera tu bien. Por eso el diagnóstico tiene como finalidad última tu seguridad.
- Si observas que tus amigos se ven a tus espaldas, que tus compañeros de trabajo no te tienen en cuenta cuando se reúnen, que las relaciones te resultan complicadas, habrás recopilado una serie de síntomas que te permitirán realizar un diagnóstico: «es posible que tenga un carácter poco alegre y me muestre demasiado exigente con los demás». Así es como se inicia el camino del auto-conocimiento, a partir de la observación y del diagnóstico.
Sin embargo, en la mayoría de los casos las personas prefieren no ver, pareciera que van por la vida con una venda en los ojos que les impida observar esas señales que posteriormente les permita evaluar cada situación para diagnosticarla y proceder en concordancia con ella.
¿Por qué no queremos diagnosticar?
- Si observas y ves algo que no te gusta de otro, tendrás que movilizarte, tomar una decisión, poner un límite, alejarte, quizás expresarte o manifestar tu desagrado. Pero si no ves, no tienes que hacer nada. Eso es mucho más cómodo que decir un NO o que enfrentarte a una situación. Ojos que no ven, corazón que no siente. Sin embargo, el no hacer nada, ocasionará problemas en el futuro que de algún modo habrás de resolver con algún que otro quebradero de cabeza. Tuviste una oportunidad de evitar un conflicto, pero tu ceguera y pereza impidieron el diagnóstico, que hubiera sido deseable para zanjar la situación antes de que fuera a peor.
- Si observas y ves algo que no te gusta de ti, tendrás que aceptar que en muchos casos eres el causante de tus problemas, que tus comportamientos son los que crean determinados obstáculos. Y entonces, ya no podrás culpar a nadie, ni reprochar, ni quejarte, ni ir de víctima. Tendrás que renunciar a esos papeles que de algún modo te gustan porque crees que sacas algún beneficio. Tendrás que dejar de ver que los demás van a por ti, para concluir que en la realidad, muchas contrariedades se originan en ti.
Por eso no queremos ver, ni hacia dentro, ni hacia fuera, para no tener que movilizarnos ni salir del status quo reinante. Para no revisarnos ni cuestionar a lo demás.
Pero déjame que te diga que el diagnóstico es el primer paso para obtener la felicidad. No te lo puedes saltar porque estarás a expensas de los demás o harás que los demás sufran por no asumir tus debilidades. En cualquier caso, no serás libre porque no existirá la seguridad en tu vida. ¡Atrévete a diagnosticar! ¡Atrévete a conocerte y a conocer a los demás! Te liberarás de un montón de cargas que llevas tiempo soportando.
Foto: Chucho Merino
2 comentarios
La verdad es que nos evitariamos muchos perjuicios si aprendieramos a observar con el corazon ,pero a veces no queremos ver la verdad. Muchas gracias por tus palabras!! Un beso fuerte.
Gracias Merche por apreciar el verdadero significado del diagnóstico, porque es el paso necesario para ver la realidad y evitar disgustos o desengaños a posteriori.