LA FUERZA DE LAS CREENCIAS
«Un joven rey de un imperio muy lejano, cayó de su caballo fracturándose las dos piernas. Como en aquella época no había tantos avances, ninguno de sus médicos consiguió que volviera a andar. No le quedó más remedio que caminar con muletas. Su soberbia le hizo exigir a todos los habitantes llevar muletas. Nadie pudo rebelarse pues sería ejecutado. La población tuvo que doblegarse y comenzar a trasladarse con muletas. A los niños pequeños no se les enseñó a andar de otra manera. Como el monarca fue muy longevo, muchos desaparecieron sin apenas recordar que en algún momento anduvieron de otro modo. Cuando por fin el monarca murió, los ancianos trataron de evocar cómo se caminaba sin muletas, pero sus huesos frágiles y casi inútiles lo impidieron. Para no olvidar que algún día fueron diferentes, comenzaron a contar a los más jóvenes cómo andaban antes con sus piernas y sin ningún apoyo. Nadie les creía y se mofaban de ellos. Hasta que un día un joven curioso trató de caminar por su propio pié. Obviamente se caía y todos se reían de él. Le ridiculizaban. Pero él no cejó en su propósito hasta que cada vez fue adquiriendo más fuerza, más soltura. Lo logró. El resto de habitantes le miraban con desconfianza y desagrado, se había vuelto loco. Todos le daban la espalda, pero él corría y saltaba libre y feliz. Aún se le recuerda como “el loco que caminaba sobre sus dos piernas”.
Este relato me recuerda a la fuerza que otorgamos a nuestras creencias. Cómo si de una maldición se trataran, nos aferramos tanto a ellas que siempre se acaban cumpliendo. Recuerda que no necesitas nada de fuera. Ni la aprobación, ni los aplausos, ni el reconocimiento, ni siquiera la gratitud.
Has nacido con todo lo necesario para tener una vida plena. Créelo y apuesta por tu ser libre y grande. Lo demás son muletas que nos sobran, estorban e impiden acceder a nuestras capacidades.
Piensa: ¿Cuantas muletas llevas en tu vida? ¿Cuántas creencias erróneas arrastras desde pequeño?
Imagina un mundo sin muletas, donde puedas saltar, vibrar, ser tú, vivir en libertad. Puedes dar un primer paso y luego otro y luego otro. No dudes. Levántate cuando caigas y continúa.