permanecer. Confundimos alegría con euforia, con huidas o escapadas de la
realidad. Basamos la felicidad en el exterior. Desde pequeños hemos recibido
alimentos, atenciones, protección, provenientes de nuestro entorno, de afuera,
y por eso pensamos erróneamente que allí es donde se debe encontrar, en lo
externo. Nos colmamos de deseos materiales, un viaje lejano, un lujoso coche,
para una vez conseguidos volver al vacío existencial tratando de encontrar un
nuevo reto que llene nuestra insatisfacción.
Pero la alegría proviene del
interior, siendo consecuencia y resultado del amor. Consiste en despojarnos de
las falsas creencias que nos limitan para viajar livianos de equipaje, en
encontrar verdades con curiosidad y ganas de querer saber sin mentirnos ni
engañarnos, en disfrutar de la vida y fluir en libertad. Por eso la alegría es
un regalo que no buscamos
obsesivamente, que cuando se presenta no tenemos que hacer más que gozarlo en plenitud. No obstante y como el resto
de emociones, la alegría también puede generar conflictos cuando no la aplicamos ante el estímulo adecuado. La temeridad se produce al sentir alegría ante una amenaza, En lugar de ponernos a salvo nos lanzamos con consecuencias imprevisibles. La
inconsciencia por no querer ver lo que estamos perdiendo, por ser poco reflexivos. El oportunismo por intentar sacar partido de una situación o persona, en lugar de ofrecerle un espacio seguro donde pueda ser si misma. La exaltación o el fanatismo por ensalzar la mentira o manipulación.
disposición, reaprendiendo su significado. Si somos capaces de cerrarnos con el
miedo ante las amenazas, impediremos que nos invadan obteniendo seguridad. Al
responsabilizarnos de nuestras pérdidas, lograremos el aprendizaje para no
repetir errores, desarrollándonos. Reaccionando contra las manipulaciones nos
vitalizaremos y pondremos en nuestro sitio, consiguiendo una vida más justa.
Admirando nuestras grandezas conectaremos con el verdadero yo alcanzando el
estatus personal. Al entregarnos solo cuando nos sintamos en un espacio seguro y
fiable estaremos protegidos y en pertenencia. Solo entonces podremos disfrutar
en paz, logrando alcanzar la cima tan deseada y buscada desde tiempos
inmemoriales. No temamos a los cambios y abramos la ventana a las
oportunidades. Porque cada uno puede decidir que cada mañana salga el sol.
8 comentarios
Hola Arancha, no estamos últimamente para muchas alegrías, pero habrá que intentarlo. Besos
Gracias Alberto. Abrirse a los cambios aporta nuevas oportunidades. Es mejor que mantenerse en la tristeza de la resignación, no?
Gracias por tu aportación sobre las emociones, estoy aprendiendo mucho. He leído tu libro y me ha entusiasmado. Felicidades!!
Gracias por tu aportación sobre las emociones, estoy aprendiendo mucho. He leído tu libro y me ha entusiasmado. Felicidades!!
Gracias por tu aportación sobre las emociones, estoy aprendiendo mucho. He leído tu libro y me ha entusiasmado. Felicidades!!
Gracias por esa fuerza que me das, Sandra. Besos.
Muy interesante el planteamiento de las emociones y sus disfunciones. Leeré el libro. Gracias.
Gracias Pedro. Un placer.