– Por el amor inflado (competencia), el Reactivador es tan protector que se convierte en salvador de causas perdidas. Se acerca a los más «necesitados» que no quieren hacer nada por si mismos con la intención de salvarles y se lleva chascos y decepciones. Aún así no aprende y busca a un nuevo débil que le de pena para tratar de salvarle de sí mismo. Esta tipología llega a sufrir mucho, pues ve el brillo interior de la persona y trata de que encuentre su camino, le impulsa a la superación, pero si la persona no está dispuesta a hacer nada por sí misma carga contra el Reactivador que no encuentra justicia en sus actos. Es una persona que motiva, apoya, alienta, ayuda, sostiene… a los demás pero se olvida de si misma. Su máxima es: «solo trato de ayudarte«. No repara en que quizás el otro no quiera ser ayudado y termina metiéndose en la vida de los demás que le pueden llegar a acusar de entrometido. Le gusta la pertenencia y jamás deja a alguien fuera de un grupo pues se preocupa por todos. No ve el mal y actúa como si éste no existiera. Es generoso, cálido, solidario y comprometido poniéndose siempre al servicio de las necesidades ajenas. Deja brillar a otros, él elige un segundo plano aunque acaba siendo el alma de cada grupo. Necesita mucho cariño pero jamás lo pedirá.
Físicamente su cara es un triángulo con ojos bellos que miran hacia tu interior tratando de ver qué puede hacer por ti. No suele ser deportista. Su forma de vestir es muy original, no sigue modas aunque acaba creando tendencias. Su vocabulario es rico y sabe un poco de todo para garantizarse tener una buena conversación con cualquiera (siempre busca que el otro se sienta bien). Cuando escucha a otro se centra en él, no existe nadie más.
– Por el miedo desconectado (talento), el Reactivador no es capaz de ver las amenazas y se entrega a pecho descubierto a los más tóxicos y manipuladores. Acaba dando lo mejor de sí a los peores y luego no entiende porqué se portan tan mal con él. No sabe discriminar, considera que todos son iguales y acaba decepcionado. Va de torero porque no quiere ver el mal. No es seguro para sí mismo. Debería ponerse límites a si mismo para impedir que le invadan.
– Por la alegría prohibida (vocación), el Reactivador solo es feliz si ve felices a los demás porque él no se considera merecedor de la felicidad. Piensa que si se deja fluir algo malo les puede pasar a los demás. Es capaz de anticipar con gran claridad cosas que sucederán en el futuro, es un gran visionario. Le gusta rodearse de personas alegres, es donde más se permite la expresión de su vocación.
Es cálido, entrañable, acogedor, gran creador, muy original, persona de emociones. Debe activar el miedo y la alegría: Dar a los mejores y dejar de sostener para empezar a recibir.
Famosos que comparten esta tipología: Elisabeth Taylor, Ava Gardner, Audrey Hepburn, Obama. En España, Adolfo Suárez, Miguel Bosé, Ángela Molina. La mayoría de los grandes toreros.
Para saber cómo acceder a la conexión y a la plenitud de esta tipología, te recomiendo mi libro: Descubre tu verdadera personalidad.
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