NO JUEGUES CON LOS SENTIMIENTOS
El amor auténtico en una pareja, crea un espacio de seguridad en el que dos personas se relacionan y entretejen lazos de unión aportando cada uno cariño, apoyo, cuidado, motivación, protección, gratitud, aliento, solidaridad y generosidad. Cuando ambas personas están en la misma sintonía y dispuestas a entregar lo mejor de cada una, poniéndose al servicio y cuidado de la relación, es cuando ésta florece. De una manera lógica y natural la felicidad se instala en la pareja llenándola de alegría, ganas de vivir y plenitud.
Sin embargo cuando uno de los miembros es exigente, solo busca ser complacido, agobia y presiona al otro, controla la relación, entonces el amor no es auténtico. Se enmascara con la palabra amor pero es simplemente necesidad.
A mí me gustan las cosas claras y llamar cada estado con su nombre aunque no suene tan bien, pero es la única manera de no llevarnos a engaños. Si no dejas al otro libre de ser quien es y como es, si eres impaciente, si le persigues y acosas pretendiendo explicaciones, si le juzgas por no ser lo que tú quieres que sea, es que no amas a esa persona, no la miras con los ojos del amor, no alcanzas a ver la belleza en sus torpezas, no le apoyas en sus dudas, no estás ahí.
Muchas personas están necesitadas de autoestima, de seguridad en sí mismas, y equivocadamente creen que si consiguen atar a alguien a su lado podrán restablecer su vacío interior. Lo que hacen es esclavizar a otro ser que quizás sí crea en el amor y sí está dispuesto a entregarse, pero el inseguro solo aportará inseguridad en una relación que nunca prosperará porque la base sobre la que se ha construido esa pareja es falsa. Uno entrega amor y el otro utiliza la palabra amor cuando lo que realmente hace es entregar su necesidad de ser saciado, de ser llenado. Es un pulso directo con su propio ego, es una competición a ver quien gana, pero no es amor.
- Una persona con terror a la soledad buscará quien llene ese vacío. Cuando conozca a alguien que se interese por ella le dará una importancia excesiva, lo magnificará porque es la persona que puede rescatarla de sus temores. Así depositará sus expectativas y su necesidad en la nueva persona a la que casi exigirá que de los pasos que considera adecuados para calmar su hambre de compañía. Pero en esa relación no habrá autenticidad por eso no puede ser bonita, posiblemente el otro huya o no se entregue porque la persona necesitada siempre agobia, apremia y asfixia, no deja volar, impide la libertad porque su mente se ha confundido al creer que sin esa pareja no será nadie y siempre estará sola.
Hay muchos ejemplos de este tipo y la característica común es que esta suerte de relación crea altas dosis de inseguridad, llena de angustia y ansiedad, aporta mucha insatisfacción y sobre todo lo que no hace es permitir la felicidad. El amor auténtico no crea sufrimiento, ni dependencias, ni posesión. El amor auténtico lo llena todo y su consecuencia natural es la felicidad.
2 comentarios
Me encanta,me encanta,me encanta,…no puedo estar mas de acuerdo contigo. Así me va, mas feliz que una perdiz,jejeje…Muchas gracias Arancha!! Un abrazo fuerte!!
Se nota cuando no hay necesidad, entonces el amor fluye que es una delicia. Gracias Merche!