… AUNQUE NO TE DES CUENTA
¿ Te has parado alguna vez a comprobar la cantidad de regalos que recibes a diario?
– Vas deprisa y te encuentras con alguien que no veías hace años y te presenta a un individuo que se acaba convirtiendo en tu pareja.
– Alguien te habla por casualidad de un curso que logra transformar tu vida.
– Cae en tus manos una entrevista que te impulsa a hacer algo que ni soñabas.
– Pierdes un partido pero se acerca a ti alguien con una propuesta de trabajo.
– Te confundes de sitio y entras en una reunión a la que te invitan ampliando tu círculo de amigos.
– Te tropiezas y quien te ayuda se convierte en tu colaborador.
Es hora de aceptar que las casualidades no existen, todo tiene una causa y un origen. Todo pasa por algo. Hacernos conscientes de estas situaciones afortunadas, atraerá a nuestra vida muchas más. La pregunta definitiva es: ¿Sabes recibir los regalos que la vida te ofrece? Las oportunidades están ahí, el que tú no las veas no quiere decir que no existan, tan solo que piensas que todo lo que consigas se deberá a tu esfuerzo y sacrificios. Tu vida entonces, será difícil, plagada de momentos duros, de insatisfacciones y de exigencias. Cuando ves los regalos, las oportunidades, un mundo nuevo se abre ante ti. Si sabes recibirlos con gratitud, se multiplicarán, tu optimismo crecerá porque estarás abierto a lo nuevo aunque sea desconocido. Entrega una sonrisa, no entregues miedo, ni tristeza, ni rabia.
Valora los regalos aunque a veces no vengan envueltos en papel de seda. Si los reconoces, Sabrás encontrar el significado.
4 comentarios
A veces da escalofríos comprobar la realidad de lo que dices en este post.
Si sabemos leer las señales, llegaremos a nuestro destino.
Muy bonito… y muy cierto! Y además, las sonrisas son gratis… Afortunado el que sabe percibir y valorar los pequeños y grandes regalos que la vida nos ofrece… Incluso mejor que ganar "El Gordo" xx
Claro que sí!!! Por ejemplo, la forma en que has aparecido en mi vida es un regalo y así te valoro, con una gran y amplia sonrisa 🙂
Gracias Marfra