DETECTAR LAS INJUSTICIAS
La rabia es la emoción que nos permite detectar una injusticia y reaccionar, hacer algo, para restablecer la justicia en nuestras vidas. Lo importante aquí es definir qué es una injusticia. Yo creo que ya basta de considerar que el mundo es injusto, que el ser humano es injusto. En realidad son esas generalizaciones las que nos incapacitan a la hora de hacer justicia.
Podemos considerar injusticia una mentira, una traición, un engaño, un abuso, una manipulación, pero no es injusto que pierdas un trabajo, que te deje de querer tu pareja, que alguien menos cualificado que tú obtenga unos resultados que no sueñas ni alcanzar. Por eso para que la emoción RABIA de resultados positivos hay que saber detectar la mentira, la falsedad, lo tóxico y cortar con ello.
La rabia nos permite percibir lo dañino, lo fraudulento, la ausencia de verdad. Son esas sensaciones que no pasan inadvertidas. Fundamentalmente se sienten en el estómago, como una punzada más o menos dolorosa que indica que algo va en contra de tus valores y principios. El hecho es que creemos demasiado poco en nosotros mismos y menos en nuestras percepciones, por eso dejamos a los manipuladores impunes, mientras nosotros nos situamos en una posición de inferioridad con respecto a ellos.
Alguien que miente, que traiciona, que manipula es un ser tóxico que no debe estar en tu vida. Para ello nada más útil que utilizar la energía de la RABIA y cortar con ese tipo de comportamientos para que no hagan mella en tu ser. Una persona que manipula, nunca va a reconocerlo, por tanto el que la confrontes no siempre va a ser apropiado pues lo habitual es que pretenda darle la vuelta a la tortilla para hacerte dudar, ocasión que aprovechará para debilitarte.
La rabia también es la emoción de la coherencia entre lo que sientes y lo que haces. A veces por quedar bien damos gusto al manipulador en contra del sentir interior. Lo importante es que compruebes a qué lleva esa posición. Analiza casos anteriores y confirma que al final la verdad siempre sale a relucir, pero tu silencio ha mermado una parte considerable de tu autoestima.
La única finalidad de la rabia es la justicia. Por eso, cuando utilices esa emoción lo único que debe moverte es cumplir su propósito. Acumular odio en tu interior, pervivir en el rencor, reclamar venganza, engancharte al pasado, envidiar a quien te supera, negar la verdad, son todas expresiones de rabia cuando esa emoción «no toca», pues en ningún caso persigue la justicia.
Ten muy en cuenta tus percepciones y las señales de tu cuerpo. Siéntete libre de ponerte en tu sitio y de no aceptar chantajes ni falsedades. Exprésate a gusto y no permitas que te hagan dudar de esas sensaciones que siempre te acercan a la verdad. No tragues más mentiras, expúlsalas y deja que el mentiroso acabe cayendo en su propia trampa.
2 comentarios
Hola.
Hace ya tiempo que leo el blog, pero no me había decidido a comprar tus libros hasta hace unos días. Gracias a que me animé a leerlos he descubierto mi tipología de personalidad (reveladora) y, aunque ya intuía yo algo, he de confesar que ha supuesto una enorme liberación, al fin siento que tengo las herramientas, creo en mí de verdad y sé que puedo desarrollarme sin miedos.
Muchísimas gracias Arancha, me siento infinitamente agradecida.
Claro que sí, conocer tu tipología de personalidad es algo muy liberador pues por fin entiendes lo que te pasa y porqué te pasa, además de obtener las claves para volver a conectarte con quien eres en esencia. Agradezco mucho tu comentario!!