SABER DAR A QUIEN LO MERECE
Cuando alguien te brinda un espacio seguro, lo reconoces inmediatamente porque no tienes que fingir, ni disimular, ni ponerte la máscara de algo que no eres. Sabes que nadie te va a juzgar ni a criticar ni a reprochar. Solo tienes que ser tú mismo con naturalidad.
Debemos valorar que el otro nos está brindando ese espacio, ese apoyo, ese cuidado, esa solidaridad, esa generosidad y corresponderle en la misma medida. Así es como se crea nuestro verdadero círculo de pertenencia, que parte de la emoción amor.
El amor ha de ser correspondido. Si cuidas, proteges, ayudas, es de esperar que el otro esté en la misma sintonía. De lo contrario te sentirás decepcionado y defraudado. Recuerda que tú eres quien decide a quién entregar lo mejor de uno mismo.
¿Te reconoces?:
Das lo mejor de ti a los peores, y a los mejores les haces pasar pruebas y exámenes a ver si merecen tu amistad y cariño.
Cuando una persona se siente amada y atendida, la confianza en si misma crece y perdura toda la vida. Debemos ser cálidos, cercanos, solidarios, protectores, motivadores, generosos. Saber entregarnos a lo que merece la pena y cuidar de nosotros mismos. Capacitarnos para ofrecer un espacio seguro donde cada cual sea sí mismo. Huir de competir y de hacer competir, no desatar celos, dejar al otro libre para que elija su camino. Nunca manipular, ni imponer con exigencias.
Toma la iniciativa y comparte, porque
la fuerza del amor es tan vigorosa que nos hace superar nuestras limitaciones
para empezar a VIVIR.
la fuerza del amor es tan vigorosa que nos hace superar nuestras limitaciones
para empezar a VIVIR.
2 comentarios
Muy bueno, Arancha
Gracias Sonia. Es precioso disfrutar del amor cuando es mutuamente correspondido. Besos!